Vuelo 9:30h. del 4/02/2022

Hoy Dios me despertó con un regalo precioso.

Sabéis que no suelo asistir al cementerio y menos a las misas que se ofrecen por las personas que parte.

Hoy no tenía agendado mi visita a dicho lugar, pero como siempre Dios mueve los hilos que hacen que todo se sincronice en el perfecto equilibrio y la Vida me llevó a las 9:30 a una de las salas del cementerio.

Llegué, como siempre abracé y desde el silencio fui presencia.

En el féretro un Ser que desencarnó con tan solo 48 años, los que firmó ante Él antes de decidir quiénes serían sus padres y cual su misión de Vida.

Tuve poca relación en tiempo y espacio contigo M.A., pero tan solo me bastaron momentos, abrazos, miradas y sentires para conectar con tu Alma y caminar juntos.

Cuando llegó la hora de acudir al Templo para compartir con tu cuerpo inerte y tu Alma revoloteando entre nosotr@s, papá se acercó a mí, cogió mi mano y me pidió que no la soltara.

En el corto camino hasta el primer banco de la Iglesia la gente se acercaba a abrazarlo y mostrarle sus condolencias y él cada vez apretaba con más fuerza mi mano.

Mamá aparentaba más fuerza en su desgarro interno que la impregnaba de un dolor indescriptible.

Sentados y arropados por tantísimas personas como hoy acompañaron a Mamá y Papá el sacerdote comenzó la homilía.

Queridos Mamá y Papá, el consuelo ante lo vivido no reside en las palabras sino en los Sentires del Alma.

Me preguntaste en aquel banco si había hablado con mi hijo para que recibiera al tuyo, me contaste que no puedes borrar la penúltima mirada de tu hijo ni aquel apretón de manos en el que te dijo hasta dentro de un ratito Papá. Fotos grabadas en tu mente como quedaron en la mía el ataúd con mi hijo dormidito.

Fotos que te acompañaran siempre pero que solo tú tienes la potestad que cambiar la película que la mente te ofrece y comenzar desde el agradecimiento a observar los 48 años que te regaló, las risas, los abrazos, la música y el amor que fueron, son y serán siempre.

Porque en el Cielo te aseguro M.A. que sigue riendo, abrazando, amando y acariciando los instrumentos para que cuando tu aquí oigas música sepas que es tu Hijo susurrándote al oído que te Ama y que desde ese Amor que emanan las notas musicales te agradece ser un Padre excepcional al que espera en otro lugar para seguir caminando JUNTOS.

Nos conocimos hace mucho, me acompañaste en la partida de mi hijo, desde entonces caminamos juntos entre Trovadores sin Fronteras, paredes de un hospital, chisteras de las que salía un conejito, MIMMA, almacenes llenos de instrumentos cargados de historia y un propósito de Vida, “ayudar al prójimo”.

Hoy te acompañó yo en la partida de tu hijo, sentado a tu lado en aquel frio banco lleno de lágrimas que metí en un tarrito y las elevé al Cielo para que cuando llueva sean lágrimas de ángeles las que caigan sobre nosotros y volvamos a sentir la presencia de nuestros hijos, el tuyo y el mío que hoy son uno como lo somos tú y yo.

Siempre fui, soy y seré para Ti.

Tu HermanodeVida

GRACIAS Miguel Ángel por permitirme hoy AMARTE

Volamos?

Por: Andrés Olivares pilotodeemociones

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¿Destino del vuelo?
Para planificar tu vuelo necesitamos saber de ti ... comienza con un ... ¡ Hola !